domingo, mayo 03, 2009

Breve Historia de la niña de uñas mal pintadas

Hubo una vez un pasado maquillado de negro que delineaba paralelas que nunca iban a juntarse. La flor del desierto, la fauna desaparecida, era la niña de uñas mal pintadas.
La pequeña carecía absolutamente de materia y su léxico se había reducido a unas pocas palabras : pena, penuria, penumbra, percance, penetrar, perdón, peor, pérdida.
Su tristeza se debía quizás a la explosión repentina de un conjunto de fenómenos o a la sucesión de cosas opuestas.
Pero muy de vez en cuando tenía sueños. Soñaba casas blancas con balcones o grandes tazas de café con leche. Soñaba con vidas ajenas, sin sospechar, que también ella en algún lugar era soñada. Ni siquiera desde la eufonía de su sueño mas naif llegaba un muchacho de pantalones cortos invitándola a dormir madrugadas-volcanes.
La niña se preguntó entonces que habría debajo de su cama , mientras a su alrededor los muñecos amarillos bailaban sin cesar, esfumando la calma, poniendo en su boca la tinta buscada. La niña sintió miedo pero en su mundo blanco, aún soñaba comenzar el relato con :"Había una vez". Ya descalza sobre la tierra emprendió camino entre rieles de almíbar, buscando aún el kármico impulso eléctrico, suspendido hoy entre su boca.